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Entrevista con Marcelo Muñoz, decano de los empresarios españoles en China

Marcelo Muñoz, con treinta años de experiencia en el mercado chino, puede ser considerado como el "decano" de los empresarios españoles en China. En la actualidad presidente de Gexter Internacional-Ren 21, Muñoz acaba de publicar el libro "El enigma chino. Treinta años de obsevador".

El libro será presentado en Madrid el próximo jueves 4 de octubre, a las 19.00 horas, en el salón de actos de CEOE (c/ Diego de León, 50).

En una entrevista para Iberchina, Marcelo Muñoz comenta algunos aspectos de su libro, el futuro de China, la imagen de España en el país, etc.

 

 

 

Iberchina


- ¿Cómo y por qué comenzó su relación con China, hace ahora 30 años?

¿Era una quimera...o una intuición? Fue fruto de un estudio riguroso: montar una empresa de comercio exterior, cuando  la exportación todavía era en España una asignatura pendiente. Y nos tropezamos con aquello de Deng Xiaoping de “puertas abiertas...”. Y nos lo creímos.

La respuesta de la mayoría de las empresas  a las que llamábamos, era: “China, ¡qué lejos...!”. Algunas fueron clarividentes.

Y allí fuimos. Se puede leer, con más detalle, en mi libro.


- A fines de los años setenta, principios de los ochenta, ¿cuáles eran las empresas españolas que se movían por China?

Fuimos la primera empresa española especializada en comercio con China y dedicada exclusivamente  a este mercado. Nos establecimos en 1978 y abrimos la primera oficina en China en 1979. La segunda, Alsa, se abrió en 1983, la tercera, el Banco Exterior, en 1985... Después vinieron Agroalimen, Técnicas Reunidas. En 1990 no llegábamos a la docena, cuando ya había muchos cientos de otras oficinas europeas.

 

- ¿Quiénes serían para Ud. los “pioneros” más destacados en las relaciones de España con China?

¡Hombre! Los pioneros fuimos nosotros, objetivamente, por fechas. Ello me hace el decano de los empresarios españoles en China.

 

Marcelo Muñoz, con el presidente
de China, Hu Jintao

Y lo fuimos gracias a las empresas que representábamos, sobre todo algunas del grupo Cepsa, como Petresa, y  del grupo Repsol. Fueron pioneros: hay que tener en cuenta que la exportación de petroquímicos fue, durante muchos años, el principal renglón de exportación española a China. En un producto concreto llegamos a ocupar hasta el 15% de la importación china. Otros pioneros: destaca Alsa, sin duda.


- ¿Qué imagen se tiene de España en la China actual?

Bueno, España es menor, en tamaño o población, que la mayor parte de las provincias chinas...

Recorriendo China de arriba abajo me he encontrado muy pocas personas que sepan algo de España. Como mucho, el nombre de un futbolista o cantante, o que “hablamos el mismo idioma que en México”.

Quiero ser muy realista, no pesimista. Y las cifras lo dicen todo: ocupamos, en exportación e inversión, el puesto número 33. Y para colmo, en los últimos años, hemos retrocedido en participación porcentual.


- ¿Cómo valora el Año de España en China?

Evidentemente como una iniciativa audaz y útil. Pero hay que continuar el esfuerzo, día a día. No podemos decir a China: “a ver si nos compráis más, para equilibrar la balanza...”.


- ¿Qué recomendaciones daría  a las empresas que quieren entrar en el mercado chino?

A mí me dieron en las primeras entrevistas tres consejos: “paciencia, paciencia y paciencia. Y, si eres extranjero en China, multiplica ese consejo por mil...”. A China hay que ir para quedarse, porque es “el mercado”, o no ir. Y,si se va, con una estrategia de medio y largo plazo.


- ¿Qué es lo que más admira del pueblo chino?

Sin duda, su laboriosidad. Y, simultáneamente, su preocupación por el medio y largo plazo, por las generaciones futuras: creo que es uno de los puntos más fuertes del confucianismo.


- ¿Cómo valora el comunismo en China? ¿Cree que ha sido más bien positivo o más bien negativo para el país?

Bueno, yo soy empresario...Pero he ido recogiendo opiniones muy dispares de mis clientes y amigos chinos, muchos de ellos miembros del Partido Comunista, algunos en puestos relevantes. Para ellos hay varios partidos comunistas; y uno, muy destacado: el de la Reforma, que apostó por transformar el país, eso sí, a su manera y a su ritmo.

Y muchos de ellos incluyen en la Reforma, la reforma política, la transformación democrática. Pero añaden: a nuestra manera, a nuestro ritmo. ¿Y cuál es esa manera y ese ritmo? Intento que contesten ellos a lo largo del libro y lo hacen con mucha claridad.


- ¿Qué se ha propuesto con su libro? ¿Cuáles son sus objetivos?

Me ha costado mucho decidirme a escribirlo, y luego escribirlo. Porque es hablar de “otro mundo”, o, como decía Leibniz, de “otro planeta”. Y por ello yo no he podido escribir el libro: me lo han escrito, en gran medida, los protagonistas, mis amigos chinos, algunos muy cultos y de alto nivel político, que son los que opinan sobre “ese mundo” suyo...

A través de ese relato, en el que se cuentan muchas cosas nunca contadas, en el que ellos opinan con toda libertad, me gustaría que los lectores  pudiesen atisbar algo de “ese otro mundo”, tan distinto, pero que es, y ha sido durante milenios, la parte más numerosa de la humanidad.


- ¿Qué opina del futuro político de China? ¿Llegará la democracia en un futuro no muy lejano?

Cuando se lea el relato completo, se podrá ver cómo sus protagonistas, algunos muy significados, opinan que sí, pero “a su ritmo y a su manera”...que yo no sé cuál es, por más que lo he intentado descifrar, ni siquiera sé si será...

Deng Xiaoping dijo que para 2030